Aunque solo unas pocas iglesias de madera están nominadas como sitios de la UNESCO, Maramures es un mundo completamente nuevo por descubrir. Las tradiciones se han conservado muy bien incluso durante la era comunista. Desafortunadamente, se están produciendo cambios. Los aldeanos anhelan una vida mejor, y aquellos que pueden permitírselo cambiarán fácilmente las tradicionales casas de madera que los turistas estaban tan felices de ver por otras más grandes y modernas. Las faldas de rayas de los hombres o los pantalones de algodón se están convirtiendo rápidamente en jeans con los jóvenes, y ahora es difícil asistir a una boda con la tradicional orquesta de guitarra, violín y tambor. ¡Date prisa para visitar Maramures, antes de que su rico patrimonio sea cosa del pasado!